Amanece, la oscuridad se aparta,
la luna se está durmiendo
mecida por las estrellas,
descansando su silueta
en un universo de plata.
Vislumbro la claridad
el calor de la mañana.
Amanezco en ti arropada
acariciando mi piel
sobre tu pecho mi almohada
cobijada entre tus brazos
sin articular palabra.
Amanece, el día ya se levanta
tímidamente se asoma
a través de la ventana
iluminando los cuerpos
tumbados sobre la cama.
Amanecemos, yo en tus labios reposada,
tú resguardado en mi mirada,
olvidamos los temores,
ya se va la madrugada,
los dos juntos para siempre
nuestras almas abrazadas,
construyendo en nuestros sueños,
la vida al despertar el alba.
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